Inundaciones en Buenos Aires

La Argentina está expuesta a frecuentes inundaciones originadas en crecidas de los ríos, acumulación de lluvias torrenciales y, en menor medida, el rápido derretimiento de las nieves.

Las zonas más afectadas del país son el Litoral y la Mesopotamia, donde los grandes afluentes de la Cuenca del Plata tienen vastas tierras anegadizas a lo largo de sus cursos. El desborde de estos ríos tiende a inundar con frecuencia enormes áreas de llanura, incluyendo zonas urbanizadas de las ciudades más importantes, como Buenos Aires, Rosario, Santa Fe, Resistencia y La Plata.

Antiguamente la ciudad de Buenos Aires se caracterizó por tener cientos de arroyos que la cruzan y la abundancia de los espacios verdes. Con el avance de la urbanizción, los espacios verdes se fueron convirtiendo en grandes torres, las calles de tierra se cubrieron de cemento y los arroyos se fueron entubando. A esto se suma que en los últimos dos años en el país se desmontaron más de un millón de hectáreas que debían estar protegidas según el ordenamiento territorial que establece la Ley de Bosques sancionada en 2007. Y los bosques actúan como esponjas ante las grandes lluvias.

Por otro lado el tema de la basura.  Hay toneladas de basura que aun la ciudad no recicla y le sigue tirando al conurbano bonaerense. Según un informe de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires, la Capital Federal genera a diario 650 toneladas de material potencialmente reutilizable. Sobre un total de aproximadamente 6300 toneladas de basura por día que son enterradas en el conurbano. Desde el año 2005 existe en la ciudad la ley de basura cero, que debería reducir, reciclar y reutilizar los desechos, pero actualmente no se cumple.

Entre las características naturales de la ciudad de Buenos Aires se destaca su relieve llano.  Las áreas más bajas se ubican cerca del Río de la Plata y del Riachuelo. El bioma original desapareció casi por completo al urbanizarse. En la zona costera, el lecho del Río de la Plata fue rellenado para ganar terreno y construir edificaciones. Esto potenció las inundaciones del lugar que se suman a las provocadas por la sudestada.

El funcionamiento hidráulico de Buenos Aires está sometido a los aportes de las cuencas de varios arroyos que la recorren: cinco que desembocan en el Río de la Plata (Maldonado, Vega, Ugarteche, Medrano y White) y otros que lo hacen en el Riachuelo (Cildañez, Erézcano, Ochoa y Elia). Cada uno de los cursos de agua determina una cuenca con comportamientos particulares.

Diversos factores dificultan la absorción de las aguas:

• las superficies impermeabilizadas por pavimentos, techos y cemento,

• la construcción de cocheras debajo de las plazas,

• la reducción de los espacios verdes,

• la reducción del arbolado urbano,

Los rellenos sobre la costa, para «ganarle terrenos al río» aumentaron la distancia hasta la desembocadura de los arroyos e hicieron más lento el escurrimiento.

Esta situación se complica por las obstrucciones en la red de descarga pluvial. Estas se deben a:

• los residuos sólidos que ingresan a través de las bocas de tormenta,

• la falta de mantenimiento y la obsolescencia de la red pluvial.

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